Jamón de pato casero
Jamón de pato casero
El jamón de pato a diferencia de lo que conocemos como jamón (la pata trasera del cerdo, y actualmente también de otros animales), se elabora a partir de la pechuga “magret” que nos proporciona así una pequeñas lonchas de carne de pato curadas de forma muy parecida al jamón curado. Es un producto fácil de obtener y que nos da muchas posibilidades a la hora de confeccionar aperitivos, canapés, ensaladas y otros tantos platos. Con esta receta podremos obtener un ‘jamón de pato’ de calidad, y mucho más económico que los sobres que venden en supermercados.
Hacer jamón de pato casero es muy simple y sencillo, lo único que necesitamos es tiempo y un sitio donde dejar curar el jamón. Es una receta ideal para incorporarla en vuestras recetas de Navidad o en cenas especiales, y os aseguro que sorprenderéis a vuestros invitados.
La técnica es prácticamente la misma que usamos para hacer el salmón marinado. La diferencia es que tenemos que dejar orear y secar nuestro jamón para que se seque.
Ingredientes:
Un magret de pato de unos 350 a 450 g
6 a 8 cucharadas colmadas de sal gorda
1 cucharada colmada de azúcar
1 cucharadita de pimienta molida
1 cucharadita de tomillo
1 cucharadita de romero
1 cucharadita de aceite de oliva
Elaboración:
Mezclamos la sal, azúcar, hierbas y la pimienta y reservamos. Limpiamos el magret de nervios y venillas y recortamos el exceso de grasa, lo secamos bien Ponemos en un recipiente del tamaño ligeramente superior a la pieza de carne, una cama de la mezcla de la sal, colocamos encima el magret por la parte de la grasa y cubrimos con más sal gorda, dejando el magret totalmente cubierto y prensando un poquito con la palma de la mano. Tapamos el recipiente y guardamos en el frigorífico, en una de las zonas más frías. Si queréis podéis envolverlo en film para que quede más prensado como he hecho yo o papel de aluminio.
Pasadas entre 12 y 20 horas, retiramos el pato de la sal limpiándolo bien para que no queden restos. Untamos la pieza con el aceite de oliva y hacemos un agujero con una brocheta en uno de los extremos y pasamos un trozo de hilo de cocina. (Habrá que colgarlo para su curación). Ponemos un extremo del hilo en la punta de la brocheta y pinchamos el magret por el lado más ‘feo’ para atravesarlo. Retiramos la brocheta y atamos las dos puntas de la cuerda, ponemos en un gancho y colgamos para su curación.
Si quereis podeis untar con más pimienta la pieza una vez aceitada e incluso bridarla levemente para que mantenga mejor la forma. (Ver foto)
El tiempo estimado para su curación puede oscilar entre los 15 o 20 días.
Una vez pasado este tiempo solo queda cortar finas lonchas y confeccionar nuestros exquisitos platos con él. (Si al cortar las primeras lonchas vierais que aún no esta bien seco, dejarlo unos días más. la curación dependerá de la temperatura y de la humedad del sitio donde lo tengais secando)
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